miércoles, 26 de agosto de 2009

La Impotencia

No me refiero al padecimiento que arregla una simple pastillita azul. El mal específico del que hablo no tiene pastillitas de ningún color que lo trate y además, no es exclusivo de los hombres. Este es un padecimiento generalizado de la población mexicana al ver las cosas “increíbles” que pasan en nuestro país. Con una sola hojeada al periódico o unos minutos viendo las noticias (que por cierto en México solo tenemos de dos sopas) podemos encontrar más de algún evento que nos haga sentir total y completa impotencia sin opción a curarnos con pastillitas, jarabes o remedios caseros.

Yo así me siento últimamente en relación con México en especial al ver la situación económica y compararla con los gastos exorbitantes de los diputados, de nuestros “representantes directos”. Si realmente nos representaran no deberían ellos también, al igual que nosotros, preocuparse por usar menos su coche y así gastar menos en gasolina, por buscar los mejores precios para comprar los útiles escolares para el regreso a clases o por buscar las mejores tarifas de aviones!! Ya vimos que sin mayor esfuerzo a un diputado le puede llegar a SOBRAR un millón de pesos después de 3 años de trabajo. Al escuchar semejantes noticias uno puede sentir una incontrolable impotencia o unas incontrolables ganas de convertirse en “representante” del pueblo.

En palabras de Denise Dresser: “El diputado Gerardo Priego sacó a la luz un exceso más de un sistema que nos cuesta mucho y rinde poco. Ya es hora de que los ciudadanos acotemos el privilegio de mandar de los funcionarios.”

Sí, de acuerdo, ya es hora pero… ¿cómo le hacemos?

Bienvenidas las sugerencias porque por el momento ningún laboratorio farmacéutico, botica ni chaman ha encontrado un remedio para nuestro mal.

miércoles, 12 de agosto de 2009

¡COMO MUÉGANOS!

El día de hoy estaba tratando de investigar el significado de la palabra muégano (no que sea realmente importante ni nada pero como les he platicado soy especialmente curiosa). Claro, mi primer recurso fue el diccionario de la RAE y para mi sorpresa no existe en ese diccionario!! Proseguí mi búsqueda y me encontré no solo con la definición de la palabra, que resulta ser muuy mexicana, sino con toda una teoría en relación a ésta:

La teoría del Muégano, por Héctor C. Farina

“En un intento por explicar una cierta forma de comportamiento tradicional de la sociedad mexicana, el sociólogo Fernando Escalante Gonzalbo -en su libro Estampas de Liliput. Bosquejos para una sociología de México- propone lo que denomina la “teoría del muégano”. Para comprender el término “muégano” conviene precisar que se trata de un dulce hecho a base de miel, melaza o caramelo con que se pegan trozos de pasta. Es un típico dulce mexicano de harina al que se le va pegando el caramelo. En este sentido, Escalante hace una analogía y establece que el muégano es una forma de sociabilidad caracterizada por la aglomeración, sobre una base personal, de vínculos económicos, profesionales, políticos, de cuya mezcla resulta una confusión de ámbitos funcionales.

Por medio del muégano, se establece un sistema denso y confuso de relaciones personales, con límites imprecisos y con la dificultad de poder salirse del círculo. Lo concreto es que con el muégano prevalecen las obligaciones personales sobre cualquier otro criterio a la hora de tomar decisiones. Esto nos lleva a la facilidad con la que se rompen las reglas, porque primero hay que atender las necesidades de un compadre, los pedidos del pariente, hay que pagar los favores que se le deben a un amigo y procurar ganar la lealtad de un conocido al que luego le podríamos pedir ayuda. En síntesis, se busca endulzar, asociarse y acomodarse en el entramado de las relaciones, en base a favores y privilegios personalizados.

De hecho –explica el sociólogo- la mayor virtud del muégano es su naturaleza pegajosa, su capacidad para crecer sumando arrimados, parientes, allegados, parientes de conocidos de arrimados, y prohijando contactos: ya sea un jardinero, un vendedor, un policía, un político… A estos contactos se los valora de acuerdo a su eficacia y su lealtad. No se valora el que sean justos, correctos o que cumplan con todas las reglas. Al contrario, lo que sirve es que siempre pueden hacer una excepción para saltar por encima de las normas y darle una ayuda al amigo, al compadre, al contacto. De esta manera, se confía más en el muégano que en el sistema institucional. Se acude al amigo antes que a la instancia oficial.

… se prefiere al amigo que al más idóneo, al compadre que al profesional, al “arreglo” con un conocido antes que al cumplimiento de la ley. Con el muégano todo se puede negociar, desde un trámite burocrático hasta un puesto de empleo; desde una excepción en el cumplimiento de la ley hasta una recompensa por haberla cumplido.”

¿Les sonó familiar?

Creo que a la próxima tendré más cuidado con decir que tal y cual están pegados como muéganos!!