viernes, 19 de junio de 2009

¿Quién es mi diputado?

Hace unos días encontré una opinión en el periódico Mural y desde entonces he querido compartirla con ustedes. Ahí les va completita porque vaya que vale la pena ¿Quién es mi diputado? de Ricardo Elías.

"¿Sabe usted quién es actualmente su diputado o quiénes son los que en las próximas elecciones aspiran a serlo?

Si no lo sabe no se culpe a sí mismo, pues eso es más responsabilidad de los partidos políticos, de los propios candidatos y del IFE, que de usted.

Vemos su cara por primera vez y nos enteramos de su nombre y del partido a que pertenecen por medio de un pendón colgado en un poste o por un anuncio espectacular.

Y parece absurdo que alguien que busca representarnos, no intente en algún momento y de alguna manera contactarnos directamente para tratar de ganarse nuestro voto. Pero por lo visto los ciudadanos no les importamos mucho, ya que promueven el voto de la manera más cómoda, esto es con campañas generalizadas en radio y televisión, y con eslóganes estúpidos que suscriben las fotos de totales desconocidos.

Hoy cualquiera puede ser candidato, ya que en nada importa si los ciudadanos los conocemos o no, ni la opinión que tengamos de ellos, de sus promesas o de sus propuestas, si es que las tienen. Y como en la práctica todos los partidos y todos los candidatos venden y prometen lo mismo, lo que más nos conviene es votar por el candidato y partido que prometa menos, pues así la desilusión será menor.

En el sistema de "partidocracia" que tenemos, en el que sólo podemos votar por quienes los partidos imponen, los mexicanos terminamos votando no por el mejor hombre o mujer, sino por el partido que en términos generales nos molesta menos. Votar en México significa optar por el mal menor. Votar en este país (lo dijo Germán Dehesa hace tiempo), es ir a escoger que enfermedad queremos tener: cáncer, lepra o parálisis cerebral.

Por ello es que la opción de anular nuestro voto, aunque no nos guste hace sentido, y mucho. Hace sentido como protesta y manifestación de nuestra inconformidad, y porque es la manera de no adquirir, al menos voluntariamente, un padecimiento.

Vuelvo a la pregunta inicial: ¿sabe usted quién quiere ser su diputado, quién quiere ser su representante? Yo no. Y como no veo en el horizonte ninguna visita domiciliaria próxima ni siquiera al parque de mi colonia de ninguno de los candidatos supuestamente interesados en obtener mi voto (y el suyo), decidí "guglear" (del verbo google) mi distrito para ver si encontraba en alguna parte el nombre del servidor(a) social que amablemente quiere dedicar unos buenos años de su vida a representarme, a velar por mi bienestar y cuidar mis intereses.

Media hora después, constaté personalmente lo que los periódicos habían denunciado hace unos días: que en el sitio del IEPC (Instituto Electoral y de Participación Ciudadana), donde supuestamente debiera estar la elemental información de quienes son los candidatos de cada partido y para cada distrito, no hay nada.

Sólo encontré información general de las "plataformas políticas de los partidos," que no son más que un rollo generalizado, pletórico de frases bonitas y buenos deseos.

Por ejemplo, la plataforma del PRI dice que todos sus candidatos se apegan a los "principios de democracia y justicia social". No pos sí. La del PAN muestra plataformas para cada municipio, (¿puede haber ideologías distintas para cada población?), y en uno de los 39 capítulos en los que describen su plataforma, mencionaban sus ejes principales: "fortalecimiento social, sustentabilidad, gobierno promotor y justicia". No pos sí también. Y ya no lo sigo con las plataformas de los demás partidos (ocho en total), sólo les digo que la del PRD estaba presentada mediante un "escaneo" de pésima calidad de un documento encuadernado. Vaya, hasta se veían las sombras y deformaciones provocadas por los dobleces de las páginas.

Lo que me di cuenta es que publicar de esta manera las plataformas políticas de los partidos en realidad no sirve para nada, y que éstos "cumplen" con el requisito sin importar el propósito y el espíritu de la ley que los obliga a ello: que los ciudadanos conozcamos sus objetivos y entendamos las diferencias fundamentales que hay entre cada partido para votar sesudamente. Pero cuando todos nos dicen de diferentes maneras que si votamos por ellos "seremos felices", la lectura resulta ociosa.

Mi terquedad para descubrir quiénes son los candidatos de mi distrito me hizo continuar la navegación cibernética hasta que llegué a un sitio denominado "tus candidatos.com", un sitio no oficial en el que pude ver los nombres (sin foto) de los candidatos junto a los logotipos de sus partidos.

A todos ellos (excepto a "Trino" Padilla, quien por haber sido Rector de la UdeG sé quien es, pero no sé que piensa ni qué ofrece) les digo: mucho gusto.

Y les digo también que como no tengo el gusto de conocerlos (ya que ninguno se ha tomado la molestia de presentarse ni en mi cuadra ni en mi colonia), no puedo darles mi voto así nomás, por lo que la opción de anularlo se ha fortalecido seriamente."

Si quieren saber quién es su candidato a diputado federal les dejo el siguiente link: Conoce a tu Candidato. Que no digan que nosotros no hacemos nuestra parte.

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